Considerada como la tercera metrópoli más grande del país nipón, Osaka es definitivamente uno de los puntos turísticos más importantes a visitar, no sólo por su basta gastronomía y curiosas atracciones turísticas, pero por su misma población. Dueños del famoso dialecto "Osaka-ben", son frecuentemente apodados como "Los americanos de Japón", aunque a mí me gusta pensar que más bien son "Los latinos de Japón". Dentro de los límites culturales, claro está, salen del estereotipo tímido y frío tan característico de los nipones, siendo más bien amistosos y directos; aunque esta diferencia puede ser entendida como ruidosa o incluso grosera por el resto de Japón, es común que varios viajeros quedemos deslumbrados por la belleza peculiar de la ciudad y su gente.
Ahora bien, ¿qué es lo que les espera a los viajeros que planean visitar esta hermosa ciudad?
Empezando por uno de los atractivos turísticos más importantes, Dōtonbori es un barrio lleno de restaurantes con curiosas fachadas adornadas por coloridas luces neón y llamativas figuras temáticas, donde tanto turistas como residentes pueden disfrutar de la vida nocturna degustando de famosos platillos como el Takoyaki (suaves croquetas rellenas de pulpo) o el Okonomiyaki (panqueque de col con ingredientes al gusto). Definitivamente un lugar para los interesados en la "cultura extravagante" de Japón.
Otro lugar al que todo turista debe ir es al Castillo de Osaka (también conocido como Osaka-jō). Mandada a construir por el daimio Toyotomi Hideyoshi (personaje histórico quien apoyó la unificación del país durante el siglo XVI), la construcción fue destruida para luego ser remodelada, convirtiéndose hoy en otro símbolo de la ciudad e incluso estando grabada en las placas que cubren el alcantarillado de las calles.
Finalmente, la Torre Tsutentaku (en el barrio Shinsekai) y el Umeda Sky Building no se quedan atrás, ofreciendo vistas espectaculares de la metrópoli; el primero desde un Osaka del siglo XX; y el segundo, desde la Osaka contemporánea ¡Definitivamente no te lo puedes perder!
Autor: Diana Alvarado